viernes, 1 de mayo de 2009

SERVIRTE SÓLO A TI




Dios y Padre nuestro,


fija los ojos en el pueblo, contempla a tus hijos

que, como peregrinos hacia la tierra prometida,

te invocan desde la prueba del destierro

y desde el desierto de la aridez de los tiempos.



Haz que nunca echemos de menos

el pan de tu palabra;

haz que no corramos tras el espejismo

de los falsos dioses de nuestro pensamiento

ni de las quebradizas obras de nuestras manos.



Fortalécenos y guíanos

con tu santo Espíritu,

y concédenos servirte sólo a ti

con el corazón renovado por la conversión.

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